El Servicio de Administración Tributaria se encarga de administran la situación tributaria del país. Específicamente, mediante la recaudación fiscal. Recolectando fondos a través de los impuestos, que maneja el gobierno para cubrir el gasto público.
La constitución política mexicana establece la obligación de todo ciudadano de “contribuir para los gastos públicos. Y, dependiendo de si es una Persona Física o Persona Moral, se definen diferentes requisitos, obligaciones, derechos y trato fiscal.
Por lo tanto, es una obligación constitucional, al realizar actividades que generan ingresos, inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes.
El primer paso para darse de alta en el SAT es inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Para ello, es necesario contar con los siguientes documentos:
- Tu CURP (Clave única de Registro de Población). Si no la tienes tramítala aqui
- Identificación oficial como IFE, pasaporte, cédula profesional vigente, licencia de conducir vigente, credencial del INAPAM.
Luego, si cuentas con estos documentos, dirígete al portal oficial del Servicio de Administración Tributaria (SAT). A través de la siguiente dirección URL:
En la interfaz principal del portal, debes seguir los siguientes pasos:
- 1Ingresa tu CURP, completa la imagen de seguridad (Captcha) y presiona en “continuar”.
- 2Llena los datos solicitados en el formulario (nombre, fecha de nacimiento, domicilio y Actividad económica).
- 3Confirma la información.
- 4 Guarda e Imprime tu “Acuse único de inscripción al Registro Federal de Contribuyentes, que contiene la cédula de identificación fiscal y el código de barras bidimensional (QR)”.
Además de tu inscripción en el RFC, es importante que cuentes con: tu e.firma, contraseña y registro a tu buzón tributario.
Estar dado de alta en el SAT sirve al ciudadano para:
- Tener formalidad legal te permite acceder a beneficios sociales asociados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), entre otros.
- Deducir facturas y comprobantes fiscales.
- Recuperar montos por devolución de impuestos.