El Outsourcing es el proceso o práctica de subcontratación o tercerización. Por ejemplo, una outsourcing se encarga de administran personal, sobre todo especializado. Y, asegura que el trabajador reciba todas las prestaciones y obligaciones que marca la Ley Federal del Trabajo.
Por lo tanto, las outsourcing surgen principalmente para la contratación de personal especializado. Con lo cual, permite a la empresa contratante de sus servicios ahorrar el tiempo y dinero para la capacitación del empleado.
En definitiva, el Outsourcing involucra a terceros que son subcontratados para ejecutar una tarea o actividad. Puede tratarse de: soluciones de tecnología, limpieza, servicio de atención al cliente, seguridad, recursos humanos, contratación, contabilidad, asesoría jurídica, etc.
El Outsourcing está regulado por la Ley Federal del Trabajo en el artículo 15. En el cual, se establece cómo debe ser la relación en la que existe un contratante y un contratista. Este último, que presta servicios suministrando a su personal para que realice tareas específicas para la empresa contratante. Se trata de una relación comercial entre ambas empresas.
Por otra parte, en la Ley Federal del Trabajo se estipula bajo la figura de “responsabilidad solidaria del patrón”. Entendida como la obligación del empleador de revisar los aspectos laborales, fiscales y de seguridad social con sus trabajadores directos e indirectos. Esto, con la finalidad de que todos los trabajadores cuenten con todas las prestaciones y obligaciones que establece la ley.
Par cualquier empresa mexicana, el outsourcing ofrece los siguientes beneficios:
- Enfocarse en su actividad principal.
- Reducir costos derivados de tareas y áreas específicas.
- Fomenta el crecimiento de la empresa.
- Aumentar la productividad al delegar procesos específicos e integrar personal especializado o extranjero a la empresa.
Sin embargo, seleccionar un outsourcing que no se apegue a la Ley, podría ser más perjudicial que beneficioso.