Existen diferentes contratos de construcción de obras. Que representan documentos legales que firman y con el que se comprometen, tanto el cliente como el constructor. Por una parte, el constructor se obliga a ejecutar las obras y al cliente a pagarlas.
Normalmente los contratos varían de acuerdo a la forma de abonar la construcción que se realiza, siendo los más comunes:
- De proyecto y construcción.
- A precio Alzado.
- Por unidades de obra y cuadro de precios.
- De presupuestos parciales y presupuesto general.
- Por administración.
En cualquiera de los contratos de obras debe quedar explicito qué trabajos hay que realizar y cómo serán pagados.
Específicamente, el contrato de obras a precio alzado también es denominado contrato de “llave en mano”. Ya que, la contratista deberá entregar una construcción completamente terminada y funcional a cambio de una cantidad fija. Dicha cantidad, será pagada en plazos pactados previamente, de acuerdo con el avance de la obra. Por tanto, este tipo de contratos se ajusta a obras que pueden ser bien definidas y de poca cuantía económica.
Ventajas y desventajas de un contrato de obras a precio alzado
Algunas de las ventajas de realizar de un contrato de obras a precio alzado, son:
- Son comparables. Es decir, todas las ofertas tienen la misma base.
- El Cliente se asegura del costo de la obra. Ya que, los riesgos de posibles variaciones son asumidos por el Contratista.
- Evita una gran parte del trabajo de medición y valoración del trabajo realizado. Debido a que, el costo final de cada unidad es conocida y, por lo tanto, se puede verificar para su pago.
Por otra parte, algunas de las limitantes o desventajas de este tipo de contratos, son:
- El establecimiento de un precio alzado obliga al Contratista a no poder variar prácticamente nada una vez realizada la adjudicación. Sobre todo, porque los riesgos de posibles variaciones son asumidos por él.
- Las posibles variaciones suponen dificultades entre Cliente y Contratista.